Anticorrupción interroga al contratista que pagó a Antoni Pascual

El empresario que señaliza las carreteras de Mallorca y que realiza pagos al hijo del conseller de Obras Públicas Antoni Pascual fue interrogado ayer por espacio de hora y media por la Fiscalía Anticorrupción en la Comisaría de la Policía Nacional de Palma. Lo hizo en calidad de imputado. Tras declarar asistido por su abogado Bartomeu Vidal, quedó en libertad.

Juan Carlos Hernández Matas, propietario de Balizamientos y Señalizaciones Mallorca (Basema), no desmintió en ningún momento los pagos y sólo rebatió la veracidad del documento anónimo remitido a EL MUNDO/El Día de Baleares que supuestamente vincula parte de ellos a la adjudicación de la instalación de las señales de la rotonda de Capdepera-Calarajada. Lo atribuyó a un presunto complot urdido por el ex marido de su actual compañera sentimental, el ex líder vecinal Climent Garau, quien ingresó en prisión preventiva hace unas semanas acusado, entre otras cosas, de estafa mediante la utilización de documentos falsos. Además, según ha podido comprobar este diario, Garau también tiene procedimientos penales pendientes derivados de su separación. Según esta rocambolesca hipótesis apuntada ayer por Hernández en su declaración, Garau habría falsificado su firma y manipulado su fax para tenderle una trampa como venganza.

Más allá de esta coartada, lo cierto es que fuentes de la empresa propietaria de la estación de servicio de Pascual a cuya cuenta se realizaron los ingresos admitieron la periodicidad de los mismos, que el propio conseller también reconoció y cuantificó en "4.000 o 5.000 euros mensuales". Sin embargo, Hernández Matas se escudó no en negar los pagos sino en sembrar la duda sobre la autenticidad de un documento que 24 horas antes no fue capaz de tachar de falso a preguntas de este diario. Entonces no supo precisar con exactitud si ese documento era o no veraz. "No les puedo decir si sí o si no; no puedo decir que sea falso, sólo te digo que dudo de que sea verdad", manifestó en reiteradas ocasiones después de que este periódico incluso le facilitase una copia del papel con su firma estampada y dirigido al hijo del conseller de UM en el que literalmente se puede leer: "Te remito copia de ingreso en efectivo en Sa Nostra de 36.000 euros tal y como quedamos con tu padre por el tema rotonda Capdepera-Calarajada. Coméntaselo".

'Pascual es mi proveedor'
En su primera reacción ante la llamada de este periódico, Hernández Matas acabó reconociendo que su empresa de señalización de carreteras tiene relaciones económicas directas con el hijo de Pascual. Primero dijo que Miguel Ángel Pascual Sancho es "proveedor" suyo. Sólo al cabo de unas horas y tras diversas llamadas acabó especificando que esa relación venía del hecho de que su flota de vehículos pone gasolina en las instalaciones del histórico dirigente de Unió Mallorquina.

Esta relación mercantil supuestamente tendida en torno a la gasolina también fue admitida por el propio Antoni Pascual a lo largo de la tarde del miércoles. Aunque también empezó negándolo. Tras decir que Hernández no tenía relación con sus negocios, Pascual modificó su versión para acabar asegurando «tras comprobarlo con los administradores» de su gasolinera que sí, que "Basema", cuya sede se encuentra en el polígono de Marratxí, suele repostar en su estación de servicio de El Molinar, a más de 20 kilómetros de distancia.
El vicepresidente del Consell negó en cambio que hubiese pagos de 36.000 euros, "y mucho menos a la atención de mi hijo personalmente o por un tema de rotondas". No vio nada extraño en el hecho de que un contratista del Consell ponga gasolina de forma recurrente en su estación de servicio. La Fiscalía no profundizó en las relaciones económicas entre Basema y las empresas del conseller que le otorga contratos desde el Consell. Básicamente, se centró en preguntarle acerca del documento. Y no pareció estar demasiado interesada en averiguar todos y cada uno de los pagos que hayan podido realizar las empresas de Hernández en concepto de combustible.

Otro elemento importante es el hecho de que Balizamientos y Señalizaciones Mallorca, S.L., fue la empresa que se ocupó de instalar las señales viarias en la rotonda de Cala Rajada a Capdepera a la que alude el famoso documento. Los identificadores de la empresa siguen en cada una de las señales de esa rotonda.
Paradójicamente, la empresa de señalizaciones está radicada en el polígono industrial de Marratxí, a unos 20 kilómetros de la estación de servicio, y no es ni mucho menos la más próxima a sus instalaciones. Pero es que tampoco tiene una flota de vehículos con la que pueda llegar a justificar semejante gasto de combustible mensual. Un extremo que reconoce el propio propietario de Basema que añade: "Es que también tenemos maquinaria que consume mucho".

Con estas palabras tanto Pascual como Hernández Matas confirman una información que ha llegado recientemente a este diario de manera anónima y que detalla exhaustivamente la relación económica existente entre el conseller y el contratista al que otorga, entre otros trabajos, la instalación de las señales de tráfico de las principales carreteras de Mallorca. No en vano, no es la primera vez que Pascual mezcla sus intereses privados con su cargo público. Este periódico desveló hace meses que Pascual llegó a compaginar la adjudicación de contratos a la constructora Melchor Mascaró al mismo tiempo que compartía con él dos gasolineras.
FUENTE DE EL MUNDO